Inicio Empresas Tecnología para instalaciones militares

Tecnología para instalaciones militares

21
0

Novec.jpgEn 1986, los agentes de supresión de incendios con halones fueron identificados como elementos que contribuían a la disminución de la capa de ozono y, un año después, el Protocolo de Montreal promovía estrictos controles sobre las soluciones de descarga con halones y, eventualmente, ordenaba la suspensión de su producción.

Sin embargo, el uso de halones no se prohibió inmediatamente ni se restringió. Y fue cada país el que abordó la situación de manera independiente, desde la planificación de la exclusión a la reserva de su utilización en aplicaciones críticas. Este fue el caso de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (United States Air Force – USAF), que mantuvo el empleo de halones para salvaguardar aplicaciones críticas y manifestó la intención de encontrar un agente sostenible como sustituto.

Por ejemplo, las USAF Jet Engine Noise Suppresor Test Facilities grandes y móviles (conocidas como hush houses) han estado protegidas con Halon 1301 durante décadas. Una hush house es una unidad de ensayo de equipos de soporte que, asemejándose a un hangar, permite probar motores de aeronaves en un entorno cerrado.

Tras estudiar diversas posibilidades, VLI se decantó por el agente extintor limpio FK-5-1-12, comercialmente conocido como 3M™ Novec™ 1230 fluido de protección contra incendios.

El fluido de 3M superó estrictas pruebas para garantizar sus prestaciones. Los test se dividieron en dos fases: rendimiento ante el fuego y evaluación en hush houses.

Los responsables de la USAF también definieron dos escenarios de incendio: un fuego localizado bajo el ala de una aeronave simulada (pan test) y una configuración de fuga de combustible (engine test).

El resultado fue muy satisfactorio. Los incendios se extinguieron completamente en menos de 30 segundos tras el fin de la descarga del fluido. La temperatura se monitorizó en todo momento y quedó demostrado que el fuego no se reavivó.

Las pruebas en la hush house, por su parte, evaluaron la capacidad de conseguir la correcta concentración en menos de 10 segundos. El seguimiento de esta concentración tras la descarga confirmó que se alcanzaba en 9,9 segundos.